¿DÓNDE ESTÁ EL DISEÑO GRÁFICO MEXICANO?

Al concluir mis estudios de licenciatura tuve la oportunidad de viajar. Pude viajar dentro y fuera de nuestras fronteras, y todo gracias a mi profesión como diseñador gráfico.
Fue hasta entonces que comprendí lo que varios de mis grandes profesores en la universidad (muchos de ellos extranjeros) nos decían con gran preocupación: “…es necesario que busquen un verdadero estilo mexicano en el diseño, de verdad hace mucha falta…”
Me di cuenta entonces que el estilo mexicano no es el sombrero de charro y el sarape con las grecas de colores. No, el diseño mexicano no lo podemos comprar en el Dutty free de un aeropuerto internacional o en una terminal de autobuses.
Hasta ese momento en aquellos viajes pude darme cuenta cómo era apreciado en el extranjero ese verdadero estilo mexicano, un estilo basado en nuestras raíces culturales, en cómo somos capaces de manejar el color y la forma tan irreverente de jugar con los contrastes, el uso de esas formas casi siempre orgánicas y su composición en el espacio; esa manera tan nuestra de ver la vida y comunicarla visual y gráficamente; fue hasta entonces que definitivamente me cayó el veinte.
Ahora que me toca a mí compartir mis experiencias, soy yo el que aprovecha cualquier pretexto para decirles a mis alumnos con esa misma preocupación que reflejaban mis maestros, la importancia de buscar ese estilo mexicano en el Diseño Gráfico que ahora se valora tan poco. No deberían existir dudas a la hora de mirar un diseño para identificar, para saber que está hecho en México, a la mexicana, con sus esencias de patria, de sol y de tradición.
Tristemente cada vez son más los diseñadores mexicanos y los alumnos de esta profesión que se dejan encantar por las influencias de estilos extranjeros como el “gringo” (no estilo norteamericano, si no gringo), utilizando palabras en inglés o formas y colores que no son las nuestras. Cada vez cuesta más trabajo identificar el diseño hecho en México, y eso no es culpa de la globalización, es culpa de la vaguedad de conocimientos, de la falta de arraigo y reconocimiento de lo propio. Sin embargo, por otro lado existen los diseñadores que en una falsa búsqueda y defensa del estilo mexicano, caen grotescamente en los estereotipos (como el sombrero charro, el sarape, el nopal o las grecas) con los que nos identifican todavía en muchos países, por que no hemos sido capaces de explotar y mostrar al mundo y a nosotros mismos nuestra gran riqueza visual que no es solamente artesanal.
En el Diseño Gráfico como en otras tantas profesiones, la competencia ya no sólo es local, regional o nacional, ahora con la globalización la competencia se encuentra en cualquier parte del mundo y si nosotros como diseñadores no hacemos algo para que nuestros diseños tengan ese estilo único e inconfundible para que represente un verdadero plus para quien lo consume o que pueda tener un estilo reconocible en cualquier lugar del planeta y que por lo tanto sea símbolo de orgullo para los que vivimos en este país, entonces ¿qué posibilidad tenemos de competir como diseñadores y subsistir en un futuro no muy lejano? Mucho me temo que esa falta de identidad, con esa ausencia de un verdadero Diseño Gráfico con estilo mexicano, sentencia a desaparecer a miles de nuevos profesionistas de esta área, que no han sido capaces de aprovechar la gran riqueza cultural con la que afortunadamente podemos convivir todos los días, pero que pasan desapercibidos por nuestra ceguera de la globalización.

Lic. Eduardo De la Concha Arreola
Licenciado en Diseño de la Comunicación Gráfica con
Maestría en Administración de Negocios.
Asesor de imagen e identidad Corporativa

Producción y realización Kualli Audio & Podcasting

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